sábado, abril 07, 2007


Pornografía Cotidiana

Las palabras y sus acepciones. Viene bien pensarlas en este momento en particular.
Pornografía es una palabra que siempre se asoció a lo moralmente incorrecto, de hecho en el diccionario dice: Pornografía:Tratado acerca de la prostitución. Carácter obsceno de obras literarias ó artísticas. Conducta o acción obscenas.
Observemos antes de arrancar que lo obsceno son obras literarias o artísticas.
En tiempos de Democradura (apócope caprichoso de Democracia y Dictadura que bien podría figurar en el diccionario) donde la acumulación de poder es parte del discurso de los partidos políticos, gobernantes o no, me atrevo a reflexionar al respecto.
Son tiempos donde el lenguaje de “nuestros representantes” aparece desembozadamente en los diarios como “hay que acumular poder para ganar las elecciones”, “siga con este rumbo y nos seguirá yendo bien(¿?)” o textos por el estilo tan en boga en tiempos electorales como este año en Argentina.
Tiempos donde el derroche de dinero en afiches y pautas publicitarias solucionaría más de un problema de carencia como la desnutrición infantil, los insumos hospitalarios, los salarios docentes, las inundaciones del Litoral, entre muchos, muchos ítems.
Tiempos donde, como pasó en Entre Rios, la prepotencia material volcó la balanza electoral a favor de la continuidad del partido gobernante, pasando por encima de propuestas renovadoras (un tanto pobres a mi ver) de los demás partidos, tal vez por estar integrados por las mismas máscaras de siempre que cambian la sigla que las une, y estableció la peligrosa continuidad que nos acerca cada vez más a un Feudo.
En estos tiempos recuerdo una frase que Domingo F. Sarmiento escribió sobre unas rocas cuando tuvo que exiliarse en Chile a causa de sus ideas políticas.
“Las ideas no se matan” dejó escrito, lo hizo en francés respondiendo a su forma de pensar, con la cual no adhiero, ya que él despreciaba al gaucho y al indio por no poder nunca calificar como un “obrero inglés”. Pero de todas formas la frase que nos enseñaron en las escuelas quedó grabada en nuestras cabecitas infantiles, ahora ya ni eso con los pibes de hoy.
Las ideas no se matan. Pero los docentes sí.
Me llega carta de mi amigo Alejandro Ahuerma, fotógrafo salteño, con imágenes que retratan a los Legisladores Salteños saliendo de madrugada de su reunión para tratar el tema docente de la provincia. Salieron protegidos por la policía provincial y escaparon dentro de un carro de asalto porque fueron incapaces de legislar a favor de la educación y los salarios docentes. Abandonaron sus camionetas 4x4 con gomas desinfladas por los docentes, que a veces no tienen qué comer y huyeron. La policía reprimió a 300 docentes que esperaron a que salieran para escarcharlos. Balas de goma, gases lacrimógenos es lo que merecen quienes educan a nuestros hijos.
Hay que proteger la acumulación de poder. El gobernador Romero de Salta, responde al gobierno Justicialista (nunca tan inútil esta palabra que remite a la Justicia…).
En paralelo con esta situación en Neuquén la policía reprime una marcha docente por reclamo de aumento salarial y el profesor Carlos Fuentealba es acribillado por la policía falleciendo en la lucha por sus derechos. La sociedad neuquina presiona y sale a la luz que el policía que le disparó, el sargento primero Poblete, había sido procesado por apremios ilegales a presos en Zapala en Noviembre último. Siendo condenado a dos años de prisión y cuatro de inhabilitación. Pero como la justicia es lenta en algunos casos este sargento (tenía cargo de conducción…) estaba en actividad y aumentó sus crímenes.
Si un docente, un maestro por ejemplo, tortura a un alumno en un colegio cualquiera, va preso y es separado inmediatamente de su cargo, entonces qué pasa con los mercenarios del poder?
Ellos no son juzgados de inmediato?
Es porque son funcionales a otros criminales más grandes que tienen fueros?
Queda claro, explícito, pornográficamente explícito cuales son las prioridades de muchos, la mayoría, de nuestros representantes una vez que están en el poder.
Hace muchos años, el general Perón fundador del Partido Peronista que mutó en Justicialista (porque hacía justicia social?) acuñó la frase: “alpargatas sí, libros no”.
Quizás quiso decir que era el momento de los trabajadores en contraposición con los intelectuales que tenían acceso a la universidad, como me dice un amigo justicialista que finalmente justifica todo hasta las traiciones internas de su partido.
Tal vez sea así. Pero los herederos de Perón la han tomado literalmente, y en cada elección salen a comprar votos a cambio de teléfonos celulares, colchones, frazadas, o unos pocos pesos.
Para esto es conveniente que el grueso del electorado tenga una formación deficiente, y que cada vez se embrutezca más perdiendo su capacidad de elección.
Uno ve lo que sabe, dijo Bruno Munari en su cátedra de diseño. Y es así.
Mientras, los docentes y la población toda tendremos que plantearnos otras estrategias, cuando más paros hay, más niños ignorantes formamos, votos útiles para los caballeros feudales.
No sé cual es el camino correcto, deberemos encontrarlo entre todos antes de acercarnos más a la oscuridad.
Mientras tanto podemos actualizar la máxima de un general de derechas que pasó por populista y quedó como un mito argentino.
“borceguíes sí, libros no”.
Y sálvese quien pueda.