sábado, enero 06, 2007

Recibo un mail desde Chile, ¿firmado? por Anonymus en el que me dice que si no viví en ese país durante los años setenta no puedo opinar sobre Pinochet. Nota que está posteada hace un tiempo en este blog.
No se da cuenta, Anonymus, que de esta forma reafirma todo lo que se dice del dictador.
Yo firmo mis notas con nombre y apellido, no me escondo en las sombras para atacar.
Por otra parte los asesinos son asesinos en todas partes del mundo, llámese Pinochet, Videla, Saddam Hussein, George Bush o Adolf Hitler.

lunes, enero 01, 2007

COMIENZO/TÉRMINO/COMIENZO
1º de Enero, nueve de la mañana. Me levanto. Anoche tuve que cortar temprano porque vengo de una seguidilla de festejos y el cuerpo resiente.
Preparo un mate, busco música para poner en el computador. Woodstock, banda de sonido de la película me parece apropiado. Sobre todo en esta época de rock corporativo y conservador.
Epoca de circos romanos multimediáticos que funcionan en estadios de fútbol con la banda bonita de turno sponsoreada por gaseosas o teléfonos celulares.
Woodstock fué grabada/filmada en 1969 en medio del campo, fué el festival más masivo de la época. Todos los grupos tocaron en forma gratuita. Epoca de paz y amor. Dale una oportunidad a la paz.
El festival fué organizado por un chico de 17 años del cual no recuerdo su nombre (no es el caso ponerme histórico), trato de imaginarme pero no puedo lograr hacerme la imagen de un chico de hoy de 17 años organizando un festival de rock con grupos como Jimi Hendrix, The Who, Santana, Jefferson Airplane, Joan Baez, CSNY, Butterfield Blues Band y muchos otros nombres grossos.
Los tiempos están cambiando, cantó Dylan.
Pero no tanto, en ese momento estaba en su máxima crudeza la guerra de Viet Nam, miles de chicos morían en el frente por dominar un país de oriente donde existía el peligro de otro signo político.
De otras formas de pensar.
El peligro de la diversidad.
El país agresor era EEUU.
Miles y miles de jóvenes vietnamitas dejaron su vida, literalmente, defendiendo su país. Algunos dejando de respirar y otros dejando su niñez/juventud en medio de un recuerdo que contempla bombas, mutilaciones, pérdidas afectivas, abuso de niñas por los soldados ocupantes, etc. La libertad había llegado...
Richie Havens canta Freedom en mi equipo y el mensaje viene del mismo país y significa tan diferente...
A Woodstock confluyeron 250.000 personas que estaban en contra de la guerra de Viet Nam.
El slogan era 3 days of peace and music.
No tenían sponsors de multinacionales.
Filmaron el festival y lo vieron millones de personas en todo el mundo.
Yo lo ví en el cine Lara, en Avenida de Mayo, donde lo pasaron durante años de dictadura militar en la trasnoche de los sábados.
El día que vi la película cumplía años, los espectadores habían llevado una torta con velas y se cantó el "cumpleaños feliz". Era alrededor de 1979/1980. Afuera estaban los micros de la policia y arrestaban al público masivamente a la salida.
Tiempos Violentos. Tiempo de posturas y convicciones.
Esta película amateur recaudó millones de dólares e hizo ricos a quienes organizaron el festival sólo por las ganas.
Incluyendo a los músicos que tocaron gratis pero recibieron regalías por las ventas del disco.
Lo bueno va y vuelve, dice mi querido Adrián, músico.
El mismo organizador intentó y realizó otro Woodstock en 1994. Tentado por las multinacionales y viendo el negocio, armó otro festival en el que participaron todos los músicos conocidos de la época, más algún resucitado del primer evento. Ganó dinero.
Pero el festival fué un descontrol de violencia, hubo violaciones, drogas duras, robos, peleas, saqueos de puestos de comida, etc. El espíritu ya no estaba.
No estuvo Richie Havens cantando Freedom.
Los tiempos están cambiando, canta Dylan hace treinta años.
Hoy tenemos una guerra extendida en medio oriente cuyo máximo responsable es EEUU.
Llevaron la libertad a otro país.
Esta guerra ya ha durado más tiempo que la Segunda Guerra Mundial.
Lo único inmutable es el cambio, dice el I Ching.
Pero sé que nosotros podemos orientar el cambio.
Ya no hay chicos pacifistas que organicen un Woodstock.
No hay chicos en mi país, en mi ciudad, que se movilicen a reclamar algo que por derecho les corresponda.
El sueño se terminó, dijo Lennon hace tanto tiempo, sin embargo algunos nos emperramos en seguir sosteniéndolo.
Hace mucho que transitamos un camino que hemos comprobado nos conduce hacia la oscuridad.
Sin embargo...
Ayer golpearon a mi puerta los chicos de mi barrio, Maccarone, es un barrio pegado a una Villa Miseria. Les compré limones y ajos que siempre me venden. Ya no sé qué cocinar con ajos y limones.
Vampiros que ataquen la casa no habrá, eso seguro.
A dos los monitoreo y les pregunto de la escuela, cómo van, le doy importancia en la charla para estimularlos, esa es la única herramienta que tendrán para salvarse de su destino.
Comienza 2007. Es extraño que me acuerde hoy de Woodstock como símbolo.
En el festival hubo nacimientos, enamoramientos.
En una de las escenas un grupo de muchachos y muchachas se bañan desnudos en una laguna, ya que era en medio del campo, algunos con niños en los brazos. La película granulada por el tiempo me devuelve rostros felices, sonrisas. Me gusta.
Tal vez este sea el año de un nuevo cambio en nuestra conciencia y nos movilice.
Tal vez dejemos de encender los celulares en alto en los festivales y volvamos a los encendedores y el fuego, que sí era un ritual.
Yo creo que se puede.
Me voy escuchando Con una Ayudita de mis Amigos por Joe Cocker. Imperdible.